Le pondré al lector la siguiente situación. Usted decide ir de viaje, pero no va a conducir su automóvil, usted irá en el asiento de atrás Y de piloto va a un niño de 6 años y en el asiento del copiloto va un adulto de más de 35 años. ¿Cómo se sentiría con esa situación? ¿Qué tan cómodo usted viajaría sabiendo que el piloto principal es un pequeño que apenas alcanza los pedales y que suele ser un poco berrinchudo?
Esta situación la vivimos todos los días, a cada instante, en cada momento de nuestras vidas. ¿Cómo es que esto ocurre sin que nos demos cuenta?, nuestro cerebro está dividido en 3 partes, la primera ese cerebro réptil, la segunda ese cerebro mamífero y al final tenemos el neocórtex. Quien toma el 80% o más de estas decisiones es nuestro cerebro reptil o mamífero en una traducción simple, ese niño de 6 años que va manejando el automóvil y que en ocasiones es un poco berrinchudo. Únicamente el 20% de las ocasiones se tomarán las decisiones con la parte racional de nuestro cerebro, traduciendo nuevamente; será ese adulto de más de 35 años el que conducirá el vehículo.
Hoy en día en los negocios, en particular la mercadotecnia, se apoya de las Neurociencias para entender a los compradores futuros y pasados, así como los actuales y poder ofrecerles los servicios, los productos que van a poder ser vendidos de una manera más simple y continua. Las Neurociencias aplicadas en los negocios como en las ventas nos darán las bases y las herramientas para ejercer más eficientemente esta acción. En Think Creative Idea y nuestro sistema actualizado ya trabajamos desde este ángulo para enseñarle a los empresarios cómo lograr un mejor entendimiento del consumidor y poder poner en práctica las estrategias y tácticas comerciales idóneas para el producto o servicio que tienen en sus manos.
Todos nosotros desde pequeños generamos improntas, la cual va a crear un proceso de decisión muy definido que lo estaremos llevando durante el transcurso de nuestras vidas. Por ello en los negocios nos referimos al momento cero de la verdad o ZMOT en sus siglas en inglés. En ese instante, como mercadólogo, tenemos un entendimiento completo de cuál es el catalizador o gatillo que invita a una persona a aprobar un nuevo producto o negarse a comprarlo. También tomamos en cuenta el código reptil, el cual se refiere a cómo ese niño de 6 años decide la mayor parte de sus acciones. Este código reptil no va a cambiar, pero si podemos adaptarnos a él y generar un mejor proceso de compra, más eficiente en beneficio de nuestras marcas.
Por eso mi invitación trabajar con Think Creative Idea, en donde podrá aplicar estos conocimientos, herramientas al negocio familiar. O a ese proyecto de emprendimiento qué tienes en mente.
