El controvertido logo de Madrid 2020 no sufrirá modificación alguna. Así lo aseguró el martes Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE) y de la candidatura. “Esta vez no se va a cambiar nada en ningún caso”, afirmó Blanco. “El logo ya está aprobado por el Comité Olímpico Internacional. Es más, se había presentado con la adaptación el 12 de enero”, zanjó. Por tanto, no se modificará ni la tilde, ni el color, ni los trazos.
Respecto a la tilde, Blanco puntualizó que la fuente utilizada en el diseño final es ‘Baar Sophia’, que hace parecer que la letra ‘i’ está acentuada. En lo concerniente al color morado, que sustituye al negro que representa al continente africano, Blanco afirmó que en el diseño original que presentó Luis Peiret, el estudiante de diseño ganador del concurso para elegir el logotipo, el color era azul oscuro y no negro. Blanco aseguró que el logotipo es “atractivo y llama la atención”. “No sé cómo puede ver la gente un 20.020”, aseguró.
La imagen, además de cumplir con las normas del Comité Olímpico Internacional (COI), debía ser “original, fácilmente identificable y representar el espíritu de Madrid”, pudiendo “inspirarse en rasgos históricos, geográficos o costumbristas de la ciudad, tratando de armonizar esos aspectos vitales con los valores y el espíritu olímpico”.
Peiret ha explicado a EL PAÍS que se inspiró en la Puerta de Alcalá a partir de una imagen que encontró al buscar recursos gráficos representativos de la capital. Le añadió una eme con la que quería transmitir una sensación de movimiento, pero que “ha perdido legibilidad” en el diseño final. Las bases del concurso estipulaban que una empresa profesional daría el toque definitivo al logotipo. Peiret ha señalado que prefiere su diseño, pero no ha querido entrar a valorar hasta qué punto afectan los cambios a su valor estético, más allá de las confusiones que puedan inducir.
Los logotipos de las anteriores candidaturas, Madrid 2012 y Madrid 2016, también sufrieron cambios antes de ser presentados al público, pero con la participación de los diseñadores originales. En este caso, no se consultó a Peiret, que se encontró el lunes con el diseño modificado por la agencia Tapsa. El estudiante aseguró posteriormente que el cambio le sorprendió: “Yo no sabía nada de los cambios. Ha sido tanta sorpresa para mi como para los demás”. Y añadió: “A mi me gusta más el mío. Es más claro y más legible”. Peiret también se lamentó de las críticas que el diseño final recibió en las redes sociales, en particular, en Twitter: “Hasta han dicho que los arcos de la Puerta de Alcalá son unas monjas de Power Rangers”.
Desde el Ayuntamiento, por su parte, se lamentaron de que se le esté dando más importancia al resultado final presentado que al hecho de que el Consistorio brindase una oportunidad de este calibre a un estudiante. Peiret recibirá 6.000 euros que deberá destinar a sus estudios y se verá beneficiado del escaparate que el certámen ha brindado a su obra.
El logotipo fue el protagonista del primer pleno municipal presidido por Ana Botella, alcaldesa de Madrid. Los portavoces de todos los grupos políticos tuvieron que dar su opinión sobre el diseño. Jaime Lissavetzky, portavoz del Partido Socialista, afirmó:“Me fió mucho de los ciudadanos”, en referencia a los comentarios vertidos en Twitter. No obstante, reconoció que no le gustaba “el color negro”. Por su parte,Ángel Pérez, portavoz de Izquierda Unida, reconoció que veía “más un 20.020 pero lo ha hecho un profesional, digo yo”. David Ortega, líder del grupo de UPyD, opinó que “no ha sido el logo más afortunado” y aprovechó para recordar que su formación nunca apoyó la candidatura olímpica.