Baterías que se ‘mueren’ a los 18 meses de ser estrenadas, impresoras que se bloquean al llegar a un número determinado de impresiones, bombillas que se funden a las mil horas…
¿Quieres saber dónde terminan?“Esta práctica empresarial se ha convertido en la base de la economía moderna, a pesar de las terribles consecuencias medioambientales de un sistema que genera toneladas de residuos inútilmente”, ha señalado hoy la realizadora del filme, Cosima Dannoritzer, durante la presentación del documental, que emitirá TVE.
¿Por qué, pese a los avances tecnológicos, los productos de consumo duran cada vez menos?
El documental, que también se emitirá próximamente en Irlanda, Francia, Inglaterra, Bélgica, Suiza, Finlandia y Austria, demuestra que el ciclo producción-consumo-desecho es cada vez más rápido, pero no es nuevo.
La obsolescencia programada nació en los años veinte, cuando las principales empresas de producción de bombillas se pusieron de acuerdo para limitar la vida de las mismas a un máximo de mil horas. Antes de este acuerdo, las bombillas duraban mucho más, como demuestra la bombilla que permanece encendida desde hace más de cien años en un parque de bomberos de Estados Unidos.
El el caso de los iPod fue llevado a los tribunales por una abogada de San Francisco (Estados Unidos) que denunció que Apple había aplicado la obsolescencia programada a las baterías, con la intención de que los iPod duraran poco y el consumidor se viera obligado a comprar otro al cabo de un año.
“El documental no va en contra de ninguna empresa en concreto porque la obsolescencia programada es una práctica generalizada”, según el productor ejecutivo del filme, Joan Úbeda, que ha aclarado que “el problema está en la filosofía del sistema que actúa de una manera claramente insostenible, obligando a los ingenieros a crear productos poco duraderos cuando podrían ser mucho mejores”. “No sólo ponemos el problema sobre la mesa, sino que también mostramos algunas salidas o soluciones que ya se están debatiendo”, ha añadido Cosima Dannoritzer.
Como pueden ver no es algo que nos sorprenda o que no sospecháramos, pero porqué seguimos aceptándolo?