Consumidores y conectados. Colaboradores entre sí, cambiantes, co-creadores, camaleónicos, curiosos. Así es la Generación C, grupo que no sólo se refiere al sector poblacional nacido en los 90, conocidos como los adolescentes Millenial, sino aquel que ya permea sus comportamientos a diferentes nichos y edades.
Los Millenial, ahora miembros activos de la Generación C, están alcanzando la mayoría de edad, ya trabajan y por fin tienen poder adquisitivo. Y esto los convierte de facto en personas con un gran poder de influencia en la vida de empresas y marcas.
Este nuevo grupo será el que moldee los patrones de compra, tendencias y destino de miles de millones de dólares durante la próxima década.
De acuerdo con Dan Pankras, quien originó la idea, la Generación C no es una audiencia target al viejo estilo de la mercadotecnia y la publicidad del siglo XX. Se trata de una comunidad hipercambiante que se moverá como tribu a través del mundo de productos y servicios.
“La Generación C forma su identidad a través de la pertenencia y la expresión dentro de sus ‘tribus’ particulares, reflejando su deseo de ‘conectarse’ en torno a ideas interesantes, bienes culturales, causas y movimientos”, dice Pankras.
“Las marcas necesitan entrar en conversaciones que están ocurriendo dentro y a través de estas tribus. Esto le dará más credibilidad y atención a sus mensajes en comparación con fuentes externas”.
¿Cuáles son las características de la Generación C con las que una marca debe interactuar para obtener un beneficio positivo?.
1. Como enjambre
La Generación C se moviliza en tribus, tal y como lo hacen las abejas en torno a los objetivos que les interesan. Cuando se trata de decisiones de compra, 85% de los jóvenes dependen de las aprobaciones de sus amistades. Todo es revisado y evaluado por el equipo. Además, la Generación C prospera en la conectividad constante. Los dispositivos móviles se han convertido en «el oxígeno social», lo que permite crear y compartir opiniones al instante. El teléfono móvil actúa como un salvavidas dentro del caos informativo y comercial del mundo. Las marcas deben librar este escudo, para enganchar mensajes atractivos para el enjambre.
2. Atención parcial continua
La Generación C consume 13 horas de contenido diario y tiene una exposición constante a las nuevas “noticias». Pero no se trata de los informes al estilo periódico o barra de noticieros televisivos. La Generación C hace de su día un constante livestreaming. De esta manera las noticias más destacadas son las de los miembros del enjambre, no las de los medios informativos. Trasladar publicidad a uno de los miembros, para que este lo suba a su estatus personal y lo difunda en la tribu, es uno de los objetivos de la nueva mercadotecnia.
3. Actitud camaléonica
Los consumidores de la Generación C transforman sus identidades y migran de una tribu a otra a lo largo del día. Pertenecer a tantas tribus diferentes como les sea posible, es el deporte de este grupo. Las marcas y empresas que quieran interactuar deben saber que la unidimensionalidad no es una opción para la Generación C.
4. Co-creadores
La web social ha puesto de manifiesto la creatividad transformadora de la Generación C. Los C ya no consumen ideas, sino que participan activamente, juegan y colaboran dentro de las ideas, modificándolas. Las marcas deben aportar sus ideas y dejarlas co-existir en un ambiente de cambio continuo.
Mantra C: ‘I share, therefore I am’
¿Más información sobre la Generación C? Entra al blog de Dan Pankras y conoce a fondo la nueva interacción de las marcas.